Sobre Tetralogía del Enemigo
14 oct 2025

Sobre Tetralogía del Enemigo
Cuando pienso en cómo inició Tetralogía del Enemigo se presenta como un relámpago La bestia debe morir: una idea que se convirtió en guion, un guion que se convirtió en cortometraje, un cortometraje que se convirtió en un relato y un relato que se convirtió en parte de un libro.
Era el 2017 cuando rodamos este cortometraje con dos grandes amigos y mi hija mayor que en ese entonces tenía apenas tres años. No recuerdo mucho del proceso de escritura, solo que no debió haber durado más de unas cuantas horas. El rodaje no fue muy extenso tampoco: unas pocas locaciones, una buena iluminación, una dirección de arte interesante y mucha actuación.
Si bien ya había filmado unos cuantos cortos y mediometrajes anteriores, en este noté un salto en la calidad visual y narrativa, lo que produjo que me enamorara un poco de los resultados. Quise expandir el universo narrativo del cortometraje, y aquí fue cuando por primera vez pensé en los cuatro enemigos del hombre como marco temático: el diablo, el mundo, la carne y el hombre.
Nunca filmé esos otros tres cortometrajes, pero sí reciclé la idea de los cuatro enemigos para un libro. Así nacieron los otros tres relatos: Baba, El Subsuelo, La isla de Amadeo.
Las historias dentro de Tetralogía del Enemigo

Me acababa de mudar a Luján, un pueblo muy pequeño con una paz abrumadora y un intrínseco encanto natural. En mi tiempo libre desarrollé esas otras tres historias que serían parte de la tetralogía. No recuerdo el orden en que las escribí, aunque estoy seguro de que no es el orden en el que se leen en el libro.
Aunque sí puedo confirmar que la primera historia que vio la luz incluso antes de saber que escribiría el libro fue La bestia debe morir, recuerden que originalmente era un guion para un cortometraje (puedes ver el corto en YouTube). Transcribirla como un relato fue un desafío. Por un lado fue hermoso expandir un poco más la historia y entender más del protagonista, pero por otro se perdieron algunos elementos que funcionaban mejor en una narrativa audiovisual. Es lo que sucede con todas las adaptaciones, aunque se lleven a puerto por el mismo escritor. El resultado fue un relato expandido en primera persona, inspirado en ese guion fundador. El más corto en comparación a los demás.
Baba fue el relato más documentado. Hice una larga investigación sobre los templarios, la arqueología bíblica y varios elementos de la historia. El diseño de Baba en sí, el amigo imaginario de Andi, no tiene ningún fundamento, es más bien algo incoherente que podría salir de la imaginación de un niño.
El Subsuelo es probablemente mi historia favorita dentro de la tetralogía. Más de una vez soñé con convertirla en una película y hasta inicié un guion para un largometraje que quedó inconcluso. Mientras que Baba tiene un ambiente más solemne, esta es una historia callejera que se va tornando dantesca a medida que Bruno Brahms desciende a los últimos subsuelos para encontrar a su hermano.
La isla de Amadeo rompe un poco el tono de terror que sostienen las otras historias. Este relato es más bien un policial. El mayor desafío por supuesto fue crear la utopía en la que transcurre la historia. Un apartado de la sociedad, un modelo cultural y socioeconómico que funcionara como escenario para un crimen que amenazaría con acabar con todo lo que habían construido.
Lo difícil fue conectar luego estas cuatro historias. Además de algunas conexiones pequeñas en los relatos, también trabajé en un preámbulo y un epílogo que me ayudaron a darles un sentido dentro de una misma narrativa. Estos dos fragmentos cortos es lo que hacen que el libro pase de ser una antología a una novela. Reescribí el epílogo unas cuantas veces hasta la versión final.
La publicación de Tetralogía del Enemigo
Este fue el primer libro que publiqué, pero no el primero que escribí. Antes de este había escrito un borrador llamado Génesis, dos libros de una saga que llamaría Abismo: ángeles, reyes y gigantes y otros manuscritos inconclusos. También numerosos relatos, guiones, libretos, poesía, canciones y todo lo que fuera escribible.
Pero no fue hasta Tetralogía del Enemigo que no sentí que era el momento de publicar. Tomé a todos los primeros escritos como un ensayo, como el proceso de aprender a escribir mejor. Claro que es un proceso que nunca termina, pero encontré el punto en el que consideré que ya podía compartir un poco de todo esto.
El libro se financió con una campaña de crowdfunding. Me sorprendió la cantidad de personas que lo apoyaron: familia, amigos y hasta desconocidos. Ellos fueron quienes dieron el empujón no solo al primer libro, sino además a mi carrera como autor publicado. Romper esa barrera fue importante para mí, un antes y un después. Sabía que cualquier cosa que escribiera en el futuro querría verla publicada.
Lo malo fue que era el 2020 y la pandemia jugó en contra. No pude ver el libro impreso, por lo que tuve que conformarme con la versión digital. Claro que se podía conseguir impreso on demand en Amazon, pero este no llegaba a mi país. Me perdí de hacer presentaciones, ir a ferias y todo eso que hace parte de la experiencia.
Sinopsis
Una novela ambiciosa, inquietante y profundamente humana sobre los múltiples rostros del mal.
Después de años de exilio voluntario en una comunidad aislada del mundo moderno, Samuel Levinson regresa a Santa Piedad. Vuelve buscando respuestas sobre una serie de acontecimientos, pero se encuentra con una ciudad irreconocible, un pasado que se resiste a morir y un presente donde nada es del todo real. A medida que escarba en sus recuerdos, la culpa, la pérdida y la sospecha lo arrastran a un territorio incierto que pondrá en peligro su vida.
Con una prosa lúcida, incómoda y profundamente emocional, Tetralogía del Enemigo entrelaza cuatro líneas narrativas para componer una única verdad fragmentada. Un thriller teológico, psicológico y existencial donde lo sagrado y lo profano conviven en el mismo cuerpo.
Oscura, intensa y profundamente literaria, esta es una obra que desafía al lector a mirar lo que normalmente se evita.